1. Saludo: La gracia y amor eterno de Cristo Nuestro Señor sea siempre en favorecemos y ayudamos para honra y gloria suya, Amén.
2. Oración preparatoria:
Glorioso Padre y Patriarca San Ignacio, fundador de la Compañía de Jesús y Padre mío amantísimo; si es para mayor gloria de Dios, honor vuestro y provecho de mi alma, que yo consiga la gracia que os pido en este Novena, alanzádmela del Señor; y si no, ordenad mis peticiones con todos mis pensamientos, palabras y obras, a lo que fue siempre el blasón de vuestras heroicas empresas: a mayor gloria de Dios.
3. Palabras de San Ignacio:
«Después que Cristo expiró en la cruz, y el cuerpo quedó separado del alma y con él siempre unida la divinidad, el alma bienaventurada descendió al infierno, de donde sacó las almas justas, y viniendo al sepulcro, resucitando, se apareció a su bendita Madre, en cuerpo y alma; y pedir gracia para alegrarme y gozarme de tanta gloria y gozo de Jesucristo Nuestro Señor» (Ej. Esp. 219-21).