21 Sep 2017

En el mundo actual, cada día nos encontramos con todo tipo de acontecimientos violentos en los medios de comunicación, ya sea en la televisión, en el periódico, en la radio o internet. Estos hechos prevalecen día a día, prevalecen aún más que las noticias con mensajes positivos. Si meditamos un poco, los hechos violentos son los que encabezan en estos medios; hechos que toman un color de sangre, dolor, sufrimiento, a causa de guerras, ataques terroristas, violencia de género. Nos cuestionamos, y por nuestra mente pasa esa idea egoísta, de creer, que todo estos hechos son castigos de Dios. Absurdo sería, para los cristianos, pensar que ésta, es una certidumbre. Recordemos que Dios es amor, y si Dios es amor, no se vería reflejado en estos actos. En esos lugares, en donde priman las guerras, la violencia y todo lo que causa sufrimiento, no es que Dios esté ausente para los que tienen fe, y creen en Él. Está ausente en todos los corazones de quienes comenten todos estos actos de maldad. En ocasiones también ignoramos que el mal también puede germinar en nuestra alma y puede dar frutos de rencor, odio, egoísmo, todo esto por la falta de misericordia, de bondad con nuestro prójimo. No dejemos que lo negativo se albergue en nosotros y nos aprisione, siempre busquemos hacer el bien y dar amor. Y como dice nuestro querido Papa Francisco: No se puede vivir en el rencor. Sólo el amor nos libera y nos construye. Aprovechemos este día en el conmemoramos el Día Internacional de la Paz, para sembrar más amor, alegría y bondad en un mundo que de deja opacar por la maldad.