En la cotidianidad de nuestras vidas, como cristianos estamos llamados a luchar en cualquier adversidad, a no perder la fe, ni mucho menos la esperanza. Estamos llamados a ser la mejor versión de Cristo. No debemos opacar nuestra sonrisa, con las dificultades, debemos dejar que el resplandor de nuestra alegría, ilumine nuestra alma y la vida de nuestros hermanos. Si Jesús, cargó su cruz, sin renegar nada al Creador, por qué nosotros creemos estar en el derecho de hacerlo. Debemos aprender a llevar nuestras dificultades con la mayor paciencia posible, sin olvidar que Dios está a nuestro lado, en todos los momentos y etapas de nuestra vida. Así también el Papa Francisco en su arribo a Colombia nos da este mensaje: No se rindan no se dejen vencer no se dejen engañar y conserven la alegría
Papa Francisco