13 Jul 2017
En el transcurso del día se nos presentan diferentes momentos en los que se nos hace un llamado a obrar con amor, Decimos que Dios es amor, y si así lo es, nosotros por ser sus hijos también lo somos, ya que fuimos creados a su imagen y semejanza. Entonces si Dios es amor y nosotros lo somos, por qué se nos hace tan difícil el ver el rostro de Cristo en nuestro prójimo. Se hace tan fácil hablar de amor, hay tantas definiciones, y cada uno de nosotros en lo más profundo tiene esa definición, es tan fácil hablar, pero tan difícil practicarlo. Amor es perdonar a quien te hizo daño, amor es dar de comer al hambriento, amor es cerrar los oídos del mundo para abrir los del corazón, amar es sonreír al que se encuentra triste, amar es dar todo lo que tienes con el fin de buscar el bien del prójimo, y así lo dice San Ignacio de Loyola:“El amor se ha de poner más en las obras, que en las palabras”.
Entonces tú que esperas para amar, para amar no sólo de palabras para afuera, si no desde tu corazón hacia lo más profundo de tu ser.