En 1539 Ignacio de Loyola fue a Roma. Agradó al Papa y obtuvo de él permiso para fundar una Orden religiosa. Le dio un nombre militar, Compañía de Jesús. «No creo, decía, haber dejado el servicio militar, lo he transferido a Dios». La Compañía había de ser «una cohorte» para combatir «a los enemigos espirituales» (los herejes).Los miembros juraban, a más de los tres votos ordinarios de los monjes (pobreza, celibato, obediencia), consagrar su vida al servicio del Papa. La Compañía era dirigida por un general, que elegían de por vida sus compañeros. Los miembros fueron llamados jesuitas. La Compañía de Jesús nació formalmente el 27 de septiembre de 1540, por la bula Regiminis militantis ecclesiae, del papa Pablo III.