Hoy conmemoramos al Apóstol y Evangelista San Mateo: Mateo era cobrador de impuestos en Cafarnaum: recaudaba las tasas que los judíos tenían que pagar a los romanos; como todos los que se dedicaban a ese oficio, era despreciado por el pueblo, que lo consideraba cercano a los opresores. Probablemente Mateo se había acostumbrado a ello; pero un día, cuando estaba sentado en su oficina, oyó una voz diferente. Un hombre le dijo solamente: “Sígueme”. Y él se levantó y lo siguió, para siempre. Ese hombre era Jesús, y la vida de Mateo nunca más volvió a ser como antes.