“Ponderar con mucho afecto cuánto ha hecho y hace Dios Nuestro Señor, por mí, y cuánto me ha dado y da, de lo que tiene, y desea dárseme ., y con esto reflexionar en mí mismo considerando con mucha razón y justicia, lo que debo, por mi parte, ofrecer y dar a su Divina Majestad, es a saber, todas mis cosas y a mí mismo con ellas”

SAN IGNACIO DE LOYOLA