En este 20 de mayo celebramos el día de nuestra Madre Dolorosa. Le pedimos por nuestros hermanos manabitas y esmeraldeños que han sufrido muchísimo por los movimientos telúricos de abril y mayo. Ellos se sienten exhaustos, con limitadas fuerzas para sobrellevar sus vidas, familias y negocios tan necesarios para reconstruir sus vidas.
Por ello, le repetimos en este día a nuestra Madre que nos comprometemos con quienes necesitan de nuestra ayuda a ser creativos, constantes, abnegados, generosos y solidarios. Sólo le pedimos a Dios su amor y gracia que porque ellas nos bastan para servir por siempre