Los aspectos positivos son muchos: Iglesia en salida, participación de las pastorales de La Dolorosa, acogida de la gente, apoyo de los administradores del CCI, nos ayudó a perder el miedo, a ser más osados, logró visibilizar a la Iglesia de Quito, se vivió una fiesta de fe, trabajo en equipo con algunos sacerdotes de la Vicaría, organización interna de la Parroquia La Dolorosa y presencia de Mons. Danilo Echeverría.
También encontramos algunos detalles por mejorar: entregar un recuerdo a los penitentes, mayor comunicación entre las pastorales de La Dolorosa, mayor compromiso de las otras parroquias y que los sacerdotes de la Vicaría Santa Mariana de Jesús cumplan su compromiso de confesar.
Y nuevas actividades que podemos realizar en las próximas misiones como bautizos y entrega de propuestas concretas a las personas.
Dios y la Madre Dolorosa bendicen nuestro caminar al servicio de la Iglesia y nuestros hermanos.
16
Mar 2016