16 Jun 2021

Los esperamos en el templo de nuestra Madre Dolorosa

Con motivo del jubileo del 500 aniversario de la conversión de San Ignacio y del 400 aniversario de su canonización, la Santa Sede, atendiendo a una petición del Padre General, ha concedido indulgencia plenaria a los fieles que visiten las iglesias y oratorios de la Compañía de Jesús durante el año jubilar. Podemos considerar la indulgencia plenaria que se nos concede ahora como una propuesta de la Iglesia, en un momento simbólicamente importante, que desea ayudar a las personas a avanzar en este camino de purificación. La Iglesia acostumbra a conceder esta indulgencia durante los Años Santos, que tienen lugar, en principio, cada 25 años. Pero también puede concederla en otras ocasiones, como es el caso del Año Jubilar Ignaciano. Durante este tiempo privilegiado, se invita a los cristianos a dar un paso que exprese su deseo de avanzar en esta vía de liberación de sus apegos insanos. Se trata de acudir a un lugar concreto (en el caso del Año Jubilar Ignaciano, a una iglesia u oratorio de la Compañía de Jesús) para vivir el sacramento de la reconciliación, comulgar en una eucaristía y rezar por las intenciones del Papa. Para los que están enfermos o no pueden desplazarse, es posible vivir el mismo proceso sin salir de casa, rezando, por ejemplo, delante de una imagen de San Ignacio. El espíritu con que se debe vivir este proceso es una actitud de ofrecimiento al Señor del deseo de liberarse cada vez más de los apegos poco sanos que nos impiden vivir plenamente los valores del Evangelio, encomendándonos a la intercesión de los vivos y de los muertos, en la comunión de los santos.