1. #MESIGNACIANO
    Segundo día de Novena en Honor a San Ignacio
    “…Mas nuestro Señor le fue dando salud; y se fue hallando tan bueno, que en todo lo demás estaba sano,
    sino que no podía tenerse bien sobre la pierna, y así le era forzado estar en el lecho. Y porque era muy
    dado a leer libros mundanos y falsos, que suelen llamar de Caballerías, sintiéndose bueno, pidió que le
    diesen algunos de ellos para pasar el tiempo; mas en aquella casa no se halló ninguno de los que él solía
    leer, y así le dieron un Vita Christi y un libro de la vida de los Santos en romance. Por los cuales, leyendo
    muchas veces, algún tanto se aficionaba a lo que allí hallaba escrito. Mas dejándolos de leer, algunas
    veces se paraba a pensar en las cosas que había leído; otras veces en las cosas del mundo que antes solía
    pensar… Todavía nuestro Señor le socorría, haciendo que sucediesen a estos pensamientos otros, que
    nacían de las cosas que leía. Porque, leyendo la vida de nuestro Señor y de los santos, se paraba a pensar,
    razonando consigo: ¿qué sería, si yo hiciese esto que hizo San Francisco, y esto que hizo Santo
    Domingo? y así discurría por muchas cosas que hallaba buenas, proponiéndose siempre a sí mismo
    cosas dificultosas y graves, las cuales cuando proponía, le parecía hallar en sí facilidad de ponerlas en
    obra. Mas todo su discurso era decir consigo: Santo Domingo hizo esto; pues yo lo tengo de hacer. San
    Francisco hizo esto; pues yo lo tengo de hacer…»